Antes de dar un veredicto a favor o en contra de si un cristano puede o no puede ser poseído por un demonio, es necesario establecer dos cuestiones: Primero, qué entendemos por la frase verdadero cristiano. Segundo, ¿cuál es la naturaleza espiritual de un verdadero cristiano? Si podemos contestamos corretamente estas dos preguntas, automáticamente, la respuesta salta sola.
Sobre el primer aspecto de esta cuestión, debemos diferenciar entre lo que es un veradero cristiano y un cristiano nominal. Muchas personas asisten a la Iglesia, sin embargo no se han convertido todavía. Otros se dicen que son cristianos, pero no han nacido de nuevo. Hay otros que son muy trabajadores, cooperadores en todas las actividades materiales de tal forma que a veces muestran un espíritu de sacrificio... aún mayor que aquellos que se dicen ser verdaderos cristianos, pero no han tenido todavía una experiencia de salvación, por lo tanto, en estos y otros casos más, por muy religiosa que se muestre la persona, sin embargo no se puede decir que es un verdadero Cristiano. En ocasiones algunos cristianos verdaderos se descarrían, pecan y nadie se entera. Nos dan la impresión de que andan bien, sin embargo andan muy mal. En todos estos casos, la persona no tiene cobertura espiritual, por lo tanto está expuesta en mayor o menor grado a la influencia de espíritus malos que pueden influenciar de diferentes maneras en sus vidas.
Sobre el segundo aspecto, la pregunta sería ¿cuál es la naturaleza espiritual y posición del verdadero cristiano? Cuando una persona se convierte verdaderamente a Jesucristo, ese acto de recepción de la gracia salvadora en su vida lo convierte en un hijo de Dios.
La Biblia nos enseña que el creyente verdadero es trasladado de las tinieblas a la luz admirable de Cristo. Su naturaleza es cambida y santificada y participa de la naturaleza divina; es convertida en el templo de Dios, donde el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo hacen su morada, y su comunión es perfecta con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La Biblia no reconoce lo que nosotros llamamos cristianos a medias. Para Dios somos o no somos, no hay fríos y calientes a la vez, no reconoce la posición de bastardos e hijos simultamemente, no se puede estar en la luz y en las tinieblas a la vez, una fuente no puede dar agua dulce y salada a la vez.
Pablo dice: “¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas, y qué concordia Cristo con Belial, lo qué parte el creyente con el incrédulo, y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos. Porque vosotros sois el templo del Dios viviente. como dije: Habitaré y andaré en medio de ellos y seré su Diois y ellos serán mi pueblo”.
Por último, hay que diferenciar las diferentes escalas de influencia del Diablo sobre una persona, incluyendo un cristiano verdadero:
Según lo que señala la Biblia:
1o. Los demonios pueden afectar la mente de un creyente trayendo malos pensamientos, “dardos de fuego”, pero podemos reprenderlos en el nombre de Cristo y ellos se van.
2o. Los demonios pueden tentar a un creyentes, pero la ayuda de Dios está a su alcance.
3o. Los demonios pueden afligir a un creyente verdadero, estableciéndose una lucha, en la cual el cristiano puede salir victorioso.
4o. El diablo, y en este caso, por permisión divina y cuando hay un propósito definido de parte de Dios, puede enfermar el cuerpo de un creyente, pero nada mas y éste puede ser sanado por la oración; un creyente puede sentir la opresión del diablo, muy epecialmente cuando está enfrentado en una lucha espiritual para traer liberación a alguen o en alguna cirunstancia, pero la victoria es del hijo de Dios.
Ahora bien, el diablo no puede ligar a un creyente, no puede tomar ni poseer a un verdadero hijo de Dios. Esto no lo enseña la Biblia en ningún lugar y, en los casos en que parece que esto ha sucedido, habría que investigar la condición espirtual de esa persona en el momento de esa experiencia tan terrible experiencia. Me parece que el diablo estaría muy contento si le hiciera creer a los verdaderos hijos de Dios que él todavía tiene potestad sobre ellos, así los sumiría en un estado de expectación y temor que los llevaría a darle oportunidad.
Quiero terminar leyendo 1 Juan 5:18 que dice: “Sabemos que todo aquél que ha nacido deDios, no practica el pecado, pués aquél que fué engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca”.
MALDICIONES GENERACIONALES: OTRA FALSA DOCTRINA. Por Pablo Santomauro.
LA LIBERACIÓN DE DEMONIOS EN LOS CRISTIANOS. Por Pablo Santomauro.
Luis E. Llanes. Ministerio Luz y Verdad. Puerto Madryn, Chubut, República Argentina. Editado por EDICI: Rancho Cucamonga, California, EE.UU.
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