¿Cómo puedo yo saber si soy salva, especialmente cuando hay dudas en mi corazón?
Esta pregunta es de suma importancia y su respuesta ha de ayudar a muchos a experimentar la certeza de la salvación que Jesucristo compró para nosotros en el Calvario.
Es necesario que entendamos dos términos que la Biblia utiliza con frecuencia cuando se trata el tema de la salvación. 1o. Fe y 2o. Duda.
La Biblia nos enseña que la salvación fue comprada para nosotros. Pedro nos dice: “sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir..., no con cosas corruptibles como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como un cordero sin mancha ni contaminación...”, Pablo nos dice: “Habéis sido comprado por precio...”
Juan nos enseña que “a todos los que le recibieron, les dió poder de ser hechos hijos de Dios , a los que creen en Su Nombre”, Pablo nos dice, “y él os dio vida, cuando estabais muertos en delitos y pecados”.
En estos versículos podemos notar cinco cosas importantes: Una salvación comprada para tí, una salvación que te es regalada a ti, una salvación que ha sido creída por tí, una salvación que ha sido recibida por ti y una salvación que se hace real en ti o sea experimentada por ti.
La salvación es prometida a todos, pero todos no la aceptan ni la reciben, sólo aquellos que se atreven a creer en las promesas salvadoras de Dios. Solo aquellos que ejercen su fe en el sacrificio redentor de Jesucristo hacen suyos el perdón y la salvación. Fíjate que es un regalo dado de gracia a los que creen. Entonces convenimos que tu salvación no tiene nada que ver con tus sentimientos, no tiene nada que ver con lo que tú piensas, no tiene que ver con lo bueno o malo que tú has sido, sino que tiene que ver con tu fe.
La duda es lo opuesto a la fe. Dudar no hace nula la promesa salvadora de Dios pero sí la hace ineficaz en tu vida, “porque el que duda es como la onda de la mar que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra, no piense quien tal haga que recibirá alguna cosa del Señor”.
O le creemos a Jesucristo quien nos dice: “El que en mí cree tiene vida eterna” “Yo he venido para que tengáis vida y vida en abundancia”, “Venid luego dice Jehová, y estemos a cuenta; si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”
“Yo, yo soy quien perdono todas tus rebeliones”.
O le creemos al diablo llevándole la punta quien te dice, tu no eres salva, tu eres muy mala para que Dios te perdone, o le crees a Dios.
La duda es desplazada por la fe. La Palabra es la fuente de la fe, por lo cual yo te aconsejo que cuando el diablo te asalte con las dudas, tomes la Biblia en tu mano y le digas a Satanás; “Satanás tu eres un mentiroso, el único que no tiene perdón eres tú, el único que se va al infierno eres tú, porque yo soy una hija de Dios, mis pecados han sido perdonados porque la sangre de Jesucristo me limpia de todo pecado
sin dejar ninguno a fuera”.
Otra forma de saber si eres salva es precisamente porque dudas, porque nadie puede dudar de algo que no tiene si no lo tiene. El inconverso no puede dudar de la salvación porque no la tiene.
Así que gózate en el Señor, y dale gracias a Dios por lo que has recibido de él.
Llanes, Luis E. Ministerio Luz y Verdad. Puerto Madryn, Chubut, República Argentina. Editado por EDICI: Rancho Cucamonga, California, EE.UU.
No hay comentarios:
Publicar un comentario