Según los adeptos al Movimiento de la Nueva era, así como de la Iglesia Mormona y otras sectas, enseñan que el hombre puede llegar a ser un Dios, o es un dios. El v. que toman como base para apoyar su enseñanza está en el Salmo 82:6 donde dice literalmente: “Yo dije: vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo, pero como hombres moriréis y como cualquiera de los príncipes caeréis”. ¿Como se entiende esto a la luz de la enseñanza bíblica?
Por regla general todas las sectas falsas, para apoyar sus enseñanzas toman pequeños elementos de lo que la Biblia parece decir, lo sacan de su contexto estructural, y lo interpretan a la manera que le parecen a ellos. O sea no tienen en cuenta ni las más elementales reglas de interpretación para comprender la Biblia.
Cualquiera que lee el salmo completo se dará cuenta que Dios está apelando a la administración de la justicia por parte de los jueces de su pueblo a quienes le llama dioses.
En primer lugar es a los jueces a quien les da este apelativo, no a los hombres en general. En segundo lugar le llama dioses de una forma figurada ya que Dios ha delegado en ellos la autoridad para administrar la justicia. Ellos, como respresentantes de Dios y en calidad de administradores judiciales toman el lugar de Dios por mandato de él mismo. Fíjese que esta expresión está limitada a los jueces.
Algo similar se observa en el caso de Moisés en el cap. 4 de Éxodo. Dios lo levantó para que lo representara ante Faraón. Él se menoscaba en autoridad y trata de soslayar su responsabilidad y Dios le dice: “Tú hablará a él (A Aarón) y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, yo te enseñaré lo que hayáis de hacer. Y él hablará por tí al pueblo; él te será en lugar de boca y tu serás para él en lugar de Dios”. Jamás Moisés pensó que estas palabras de parte de Dios querían decir que él era un Dios. Simplemente que lo que Dios iba a ser para él, así Moisés iba a ser para Aarón. Todo esto es un asunto de representatividad y autoridad delegada.
Lo mismo sucede con el pasaje de Zacarías 12:8 que dice: “En aquél día Jehová defenderá al morador de Jerusalen; el que entre ellos fuere débil, en aquél tiempo será como David, y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos” . Hay que tener una capacidad de razonamiento muy escasa para entender y creer que Dios quiere decirle aquí a su pueblo que la casa de David es Dios o va a llegar a ser como un dios. Simplemente es una forma de decirle que compartirá con ellos su poder para vencer al enemigo.
El mismo sistema de interpretación se aplica a la palabra “ángel” en Apoc. 1:20 y 2:1 donde se nos dice que los pastores de las Iglesias son “angeles”. Hay que ser muy lerdo de entendimiento para creer que los pastores somos “ángeles” literales o “vamos a llegar a ser “ángeles” por el hecho de que se nos llame ángeles. Utilizando la misma figura de pensamiento,Pablo habla a los gálatas de la siguiente forma: “Pues sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio, y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como un ángel de Dios, como a Cristo Jesús”. Nadie, ni el más analfabeto creería que Pablo estaba enseñando a los creyentes de Galacia que él era un ángel o que era el mismo Jesucristo. Simplemente compara actitudes. Con la misma actitud que hubieran recibido a un ángel o a Jesucristo, así ellos lo recibieron a él.
Lo mismo pasa con la palabra Dios. Es utilizada para enseñarnos que Dios comparte su autoridad y su poder pero nunca su Deidad.
El fundador y creador de esta enseñanza falsa fue Satanás. La primera discípula que tuvo fue Eva. A ella le prometió que si lo obedecía a él ella iba a ser como Dios. Pero todo fue una patraña de Satanás y una promesa mentirosa. El segundo discípulo de Satanás fue Adam y tanto Eva como él cosecharon las consecuencias de creerle a Satanás semejante proposición.
A través de los siglos Satanás ha tenido muchos discípulos que se han muerto como meros hombre creyéndose que iban a llegar a ser dioses y hoy están en las mismas calderas del infierno. En la actualidad Satanás tiene muchos discípulos que le han creído la mentira de que ellos van a llegar a ser dioses o que son dioses..., dioses de carne y hueso que se mueren y se pudren y son olvidados. Hay un solo Dios creador del cielo y la tierra, creador del hombre y de los seres angelicales y él ha declararado y dicho: “Que no hay más Dios que él” y lo demás que existe son criaturas de ese Dios. Criaturas pecadoras y rebeldes que necesitamos el perdón de Dios, que necesitamos la salvación mediante Jesucristo quien dijo: “Yo soy la puerta, el que por mi entrare será salvo”.
Por último analicemos las palabras de Jesús el Juan 10:34. Jesús utiliza el Salmo 82 para salvar una situación de interpretación ante aquellos que querían acusarlo de blasfemo porque se llamaba hijo de Dios. Jesús interpreta el salmo dentro del mismo contexto y les dice: “Si Dios llamó dioses a quienes vino la palabra, ¿por qué se escandalizaban por el hecho de que él se llamara Hijo de Dios”?
¿A quién llamó dioses? “a aquellos a los cuales vino la palabra” ¿a quienes vino la palabra, a aquellos que representaron al pueblo ante Dios, a aquellos que tenían grados de autoridad para ser administrada de parte de Dios. Esos, a los cuales vino la palabra de Dios, jamás se creyeron dioses, ni creyeron que iban a se igual a Dios, ellos se sintieron representantes de Dios y administradores de los intereses de Dios. Jesús apela a este hecho para enseñarles que él como representante máximo del Padre, administrador por excelencia, co más razón podía llamarse Hijo de Dios con todas sus implicaciones. Él era el representante legítimo del hombre ante Dios y de Dios ante el hombre.
Llanes, Luis E. Ministerio Luz y Verdad. Puerto Madryn, Chubut, República Argentina. Editado por EDICI: Rancho Cucamonga, California, EE.UU.
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