¿Qué es discernir el cuerpo del Señor?
“De manera que cualquiera que coma este pan o beba esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de la copa. El que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí”. (1Cor. 11:27-29).
Para entender esta expresión es necesario, en primer lugar, conocer que quería decir Pablo cuando emplea la palabra “cuerpo” y cuáles son las actividades y actitudes que afectan a éste. En segundo lugar cuál es el significado de la palabra “discernir”.
En este pasaje, como en otros, Pablo emplea la palabra cuerpo para referirse a Iglesia en su actividad conjunta y dinámica y donde cada creyente es considerado parte integral de éste. Son miembros personas teniendo un vínculo estrecho espiritual con Jesucristo, por cuanto han sido regenerados y santificados por el Espíritu de Dios y de la cual Él se constituye como Cabeza. Quiere decir que la Iglesia es una entidad santa considerada como “el cuerpo de Cristo”.
Toda actitud que atente contra la Iglesia, toda palabra que se profiera contra la Iglesia, cualquier actitud o acción que afecte negativamente a la Iglesia; contra el testimonio y la estabilidad de esta, se atenta directamente contra Jesucristo que es Su Cabeza. Esta idea la corrobora Pablo, cuanto tomando la figura de un templo, explica que la Iglesia es un templo donde mora el Espíritu de Dios y nos alerta diciendo: ¿Acaso no sabéis que sois templo del Espíritu de Dios y que el Espíritu de Dios está en vosotros?. “Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”. (1Cor.3:l4-16).
Toda actitud y acción que se comete contra la Iglesia, se hace por no discernir el Cuerpo de Cristo. La palabra “discernir” viene de la palabra griega diakrino, que significa hacer una análisis “ a través de”, es hacer un análisis exhaustivo desde adentro. Esto nos lleva a concluir que, cuando no se tiene un concepto claro de lo que es la Iglesia, muchas veces se llega a pensar que ésta es una especie de club, un mero grupo fraternal, una asociación, etc. Se tiende a despojar a la Iglesia de su naturaleza espiritual, se ve a los hermanos como personas comunes y corrientes y no como gentes regeneradas por Cristo a los cuales se les ha dado el privilegio de pertenecer a este grupo elegido por gracia llamada Iglesia dentro de la cual todos somos hermanos.
Esta perspectiva carnal produce actitudes carnales que se traducen, a su vez, en declaraciones y tratos carnales, que afectan a los miembros del Cuerpo. Estas actitudes u obras carnales reducen al creyente en un estado de indignidad tal, que lo incapacitan para participar la comunión de la sangre y del cuerpo de Cristo representados por el pan y el vino.
La pregunta que tendríamos que hacernos ahora es: ¿En qué consistía la indignidad de la iglesia corintia? He aquí algunas de las manifestaciones indignas que se manifestaban en este grupo al cual Pablo tuvo que exhortarlos y enseñarlos:
Divisiones intestinas. 1:10-14
Falta de discernimiento. 3:16
Inmoralidades sexuales. Cap. 5
Litigios y pleitos ante los incrédulos. Cap. 6
Comían de lo sacrificado a los ídolos. Cap. 8
Algunos practicaban la idolatría. Ca. 10
Descontrol de las manifestaciones espirituales. Caps. 12 al 14
Ante toda esta situación que deformaba la imagen de la Iglesia ante el mundo, Pablo les exhorta: “Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de la copa”. Pablo quiere decir: Por tanto cada uno de ustedes analícese a si mismo con el propósito de que haya un cambio de actitud que lo ponga en capacidad de participar de la comunión dignamente.
“De manera que cualquiera que coma este pan o beba esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de la copa. El que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí”. (1Cor. 11:27-29).
Para entender esta expresión es necesario, en primer lugar, conocer que quería decir Pablo cuando emplea la palabra “cuerpo” y cuáles son las actividades y actitudes que afectan a éste. En segundo lugar cuál es el significado de la palabra “discernir”.
En este pasaje, como en otros, Pablo emplea la palabra cuerpo para referirse a Iglesia en su actividad conjunta y dinámica y donde cada creyente es considerado parte integral de éste. Son miembros personas teniendo un vínculo estrecho espiritual con Jesucristo, por cuanto han sido regenerados y santificados por el Espíritu de Dios y de la cual Él se constituye como Cabeza. Quiere decir que la Iglesia es una entidad santa considerada como “el cuerpo de Cristo”.
Toda actitud que atente contra la Iglesia, toda palabra que se profiera contra la Iglesia, cualquier actitud o acción que afecte negativamente a la Iglesia; contra el testimonio y la estabilidad de esta, se atenta directamente contra Jesucristo que es Su Cabeza. Esta idea la corrobora Pablo, cuanto tomando la figura de un templo, explica que la Iglesia es un templo donde mora el Espíritu de Dios y nos alerta diciendo: ¿Acaso no sabéis que sois templo del Espíritu de Dios y que el Espíritu de Dios está en vosotros?. “Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”. (1Cor.3:l4-16).
Toda actitud y acción que se comete contra la Iglesia, se hace por no discernir el Cuerpo de Cristo. La palabra “discernir” viene de la palabra griega diakrino, que significa hacer una análisis “ a través de”, es hacer un análisis exhaustivo desde adentro. Esto nos lleva a concluir que, cuando no se tiene un concepto claro de lo que es la Iglesia, muchas veces se llega a pensar que ésta es una especie de club, un mero grupo fraternal, una asociación, etc. Se tiende a despojar a la Iglesia de su naturaleza espiritual, se ve a los hermanos como personas comunes y corrientes y no como gentes regeneradas por Cristo a los cuales se les ha dado el privilegio de pertenecer a este grupo elegido por gracia llamada Iglesia dentro de la cual todos somos hermanos.
Esta perspectiva carnal produce actitudes carnales que se traducen, a su vez, en declaraciones y tratos carnales, que afectan a los miembros del Cuerpo. Estas actitudes u obras carnales reducen al creyente en un estado de indignidad tal, que lo incapacitan para participar la comunión de la sangre y del cuerpo de Cristo representados por el pan y el vino.
La pregunta que tendríamos que hacernos ahora es: ¿En qué consistía la indignidad de la iglesia corintia? He aquí algunas de las manifestaciones indignas que se manifestaban en este grupo al cual Pablo tuvo que exhortarlos y enseñarlos:
Divisiones intestinas. 1:10-14
Falta de discernimiento. 3:16
Inmoralidades sexuales. Cap. 5
Litigios y pleitos ante los incrédulos. Cap. 6
Comían de lo sacrificado a los ídolos. Cap. 8
Algunos practicaban la idolatría. Ca. 10
Descontrol de las manifestaciones espirituales. Caps. 12 al 14
Ante toda esta situación que deformaba la imagen de la Iglesia ante el mundo, Pablo les exhorta: “Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de la copa”. Pablo quiere decir: Por tanto cada uno de ustedes analícese a si mismo con el propósito de que haya un cambio de actitud que lo ponga en capacidad de participar de la comunión dignamente.
Llanes, Luis E. Ministerio Luz y Verdad. Puerto Madryn, Chubut, República Argentina. Editado por EDICI: Rancho Cucamonga, California, EE.UU.
gracias pastor es una bendicion para mi vida este mensaje, Dios lo siga usando para su gloria y alabanza
ResponderEliminarMe fue de gran ayuda para la compresión del pasaje, gracias :)
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